Celebración del Bicentenario del Nacimiento del Báb

LOS DÍAS 29 Y 30 DE OCTUBRE DE 2019, EN INNUMERABLES CONTEXTOS Y LUGARES DE TODO EL MUNDO, SE CELEBRARÁ EL 200 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL BÁB, CUYO MENSAJE REVITALIZADOR PREPARÓ EL CAMINO PARA LA VENIDA DE BAHÁ’U’LLÁH, EL FUNDADOR DE LA FE BAHÁ’Í

Luz para un Mundo Oscuro

Un Mensaje a todos de mente amplia y corazón anhelante de unidad y paz

Octubre 2019 

Este mes, los millones de bahá’ís en el mundo conmemoran los 200 años del Natalicio de El Báb, el Heraldo de una nueva Era de Unidad y Justicia. Él es el más reciente de los Educadores Divinos enviados a la tierra para darnos la guía y esperanza, tal y como se han anunciado en los Textos Sagrados de las grandes religiones del mundo. 

Nació en antiguo Persia cuya sociedad se encontraba oprimida y oscura sociedad. Como la aparición de todas las Figuras Divinas anteriores enviadas por Dios, El Báb liberó poderosas fuerzas espirituales, reiteró verdades profundas, desestimó las supersticiones dominantes entre los líderes religiosos, condenó la hipocresía de sus líderes y promovió las más altas normas de conducta. Sobre todo, nos da esperanza sobre cómo hacer un mundo mejor. “¡Oh pueblos de la tierra! En verdad, la resplandeciente Luz de Dios ha aparecido entre vosotros … para que … con la venia de Dios, salgáis de la oscuridad a la luz …”

El Báb reveló su Misión en mayo de 1844, en medio de la llamada “Gran Aceleración” que los científicos han señalado. La gente que vivía en el Siglo XIX viajaba en caballo y barcos de vela, se comunicaba entre sí enviando mensajes físicos, iluminaba sus casas con cirios y lámparas de aceite, se moría de enfermedades que la medicina aún no sabía curar. Igual que en el tiempo de Cristo. Pero algo pasó. Una explosión en el mundo material, de conocimiento y crecimiento en todos los sentidos. Coincide con la explosión en el mundo espiritual provocada por El Báb. 

Como una brisa de primavera, El Báb sopló para limpiar y purificar el mundo y lavar el polvo de los ojos cegados. Su influencia se extendió con extraordinaria rapidez, provocando una oposición tenaz. El gran número de Sus seguidores tuvieron que enfrentar una campaña de persecución instigada por el gobierno y le iglesia del estado, Islám. Más de 20,000 sufrieron el martirio. Sin embargo, se mantuvieron fuertes con actos de inigualable valentía y devoción. La misma valentía y devoción que el mundo necesita hoy. 

Además de su propia misión, El Báb tenía otro objetivo de enorme significado: abrir la puerta para Bahá’u’lláh, la Figura Principal de la Fe Bahá’í, otro Sol, otra Luz para la humanidad.   El Báb y Bahá’u’lláh inauguraron la nueva etapa en la evolución social: la unificación de toda la familia humana. 

La Fe Bahá’í enseña:

  • la unicidad de Dios se ha manifestado en diferentes Figuras
  • la humanidad es un solo pueblo
  • la igualdad entre las mujeres y los hombres es esencial para el progreso del mundo
  • la educación debe ser universal 
  • la investigación de la verdad descarta los prejuicios e imaginaciones
  • la reconciliación entre la ciencia y religión es posible y necesaria

Cada día más estos conceptos revolucionarios ganan terreno en todo el mundo. 

Los Bahá’ís celebramos los 200 años del Natalicio de El Báb en términos prácticos, dedicando todos nuestros esfuerzos en programas de acción, para la educación espiritual de niñas y niños, volviendo al espíritu de servicio, para promover la transformación individual y social, procurando que se logre el progreso espiritual, social y material simultáneamente. 

En muchos sentidos la Fe Bahá’í, que comenzó con El Báb y culminó con Bahá’u’lláh, siendo la más nueva de las religiones independientes del mundo, parece vieja por sus ideales elevados, vertidos durante siglos en las revelaciones religiosas del pasado. Porque provienen de una sola fuente: Dios, el Único, el Eterno, el Presente y el Pasado, Padre Celestial. 


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